Historia
Museo Imaginario
La Villa Mandarine es la historia de una familia francesa instalada en Marruecos desde cinco generaciones. Cuando Claudy Imbert herediò de su padre parte del terreno de naranjos que había plantado, ha construido una casa bastante grande con piscina y jardin, para recibir marido e hijos, y se aplicò a mantener los 700 arboles frutales.
Luego llegò el momento en que los pájaros abandonan el nido, en los 90, la casa se hizo demasiado grande, y el campo de naranjos duro de mantener.
Fue entonces cuando la dueña, que compartía su vida entre Rabat donde llevaba sus negocios y Paris donde era profesor de Historia del Arte, ha decidido transformar su casa en hotel.
Esa experiencia, totalmente nueva, era guiada por un sueno de infancia, mecida por la atmósfera hostelera de un establecimiento muy famoso, creado por su padre en Ifrane.
Fueron necesarios 2 anos de trabajo duro para que el sueno se convierta en realidad, y para convertir la casa en un hotel acogedor. La superficie del jardin permitio anadir el restaurante , la cocina y toda la parte de las habitaciones alrededor del patio florido.
En seguida, las hijas de Claudy convencieron a sus maridos para dejar su vida en Europa y juntarse al proyecto familiar. En mayo del 2OO1, la Villa Mandarine abriò sus puertas a sus primeros clientes.
15 anos mas tarde, con una buena experiencia adquirida, la familia decidió abrir otro establecimiento y recibir a sus clientes habituales en otro ambiante muy distinto.
Situado en la medina de Rabat, Dar Shâân by Villa Mandarine, abrio sus puertas durante el otoño 2017.
Luego llegò el momento en que los pájaros abandonan el nido, en los 90, la casa se hizo demasiado grande, y el campo de naranjos duro de mantener.
Fue entonces cuando la dueña, que compartía su vida entre Rabat donde llevaba sus negocios y Paris donde era profesor de Historia del Arte, ha decidido transformar su casa en hotel.
Esa experiencia, totalmente nueva, era guiada por un sueno de infancia, mecida por la atmósfera hostelera de un establecimiento muy famoso, creado por su padre en Ifrane.
Fueron necesarios 2 anos de trabajo duro para que el sueno se convierta en realidad, y para convertir la casa en un hotel acogedor. La superficie del jardin permitio anadir el restaurante , la cocina y toda la parte de las habitaciones alrededor del patio florido.
En seguida, las hijas de Claudy convencieron a sus maridos para dejar su vida en Europa y juntarse al proyecto familiar. En mayo del 2OO1, la Villa Mandarine abriò sus puertas a sus primeros clientes.
15 anos mas tarde, con una buena experiencia adquirida, la familia decidió abrir otro establecimiento y recibir a sus clientes habituales en otro ambiante muy distinto.
Situado en la medina de Rabat, Dar Shâân by Villa Mandarine, abrio sus puertas durante el otoño 2017.
Su pasado como historiadora del arte inspiró a la dueña del lugar, la idea de cubrir las paredes de las habitaciones de casi 400 reproducciones, desde pinturas primitivas hasta contemporáneos, acompañadas, en cada habitación, de una página de descripción como un catálogo .
Las paredes de las áreas comunes están adornadas de obras originales de jóvenes pintores marroquíes, invitados a su debut a presentar sus obras.
Las paredes de las áreas comunes están adornadas de obras originales de jóvenes pintores marroquíes, invitados a su debut a presentar sus obras.